El término Rencor, hace referencia al “sentimiento de hostilidad o gran resentimiento hacia otra persona, a causa de una ofensa, maltrato, mentira o abuso recibido”. Tiene connotaciones negativas y un fuerte impacto sobre quien lo padece, por ser un resentimiento férreo, difícil de hacer desaparecer, por encontrar compañía en la ira y el rechazo hacia quien motivó el sentimiento. Además es independiente al tiempo, pues no existe un periodo establecido para sentir rencor, pudiendo perdurar en la persona durante muchos años.Algunos estudios revelan que existe una memoria del rencor, la cual tiene como objetivo el deseo de revancha o venganza hacia la persona responsable del acto, haciendo difícil olvidar e incrementando la actitud hostil.El rencor es una emoción no resuelta, donde tras una situación que generó un malestar en la persona, este no fue capaz de expresarse ni de afrontarlo, por lo que reprime ese malestar y lo mantiene en su interior.
¿Se puede eliminar el rencor? Si, a través de:
•Identificarlo: para poder diferenciarlo del enfado momentáneo, (el que en poco tiempo desaparece, sin sentir necesidad de venganza).
•Observar las consecuencias: para saber cómo está afectando y lo que provoca (ira, malestar, odio.)
•Comunicar: con el objetivo de desahogarse, con una persona de confianza que puede dar apoyo, o con un profesional cuando es difícil salir de la situación.
•Aceptar lo ocurrido; el dolor del pasado no se puede cambiar, pero si se puede cambiar la vivencia del presente y del futuro.
•Asumir decisión y acción: para erradicarlo, sin volver al pasado una y otra vez, sino mirar el presente, con el alma dispuesta al perdón, cumbre de la oración cristiana y que permite testimoniar que el amor es más fuerte que el pecado y es la condición fundamental de la reconciliación (CIC,2844); que hace eco en la expresión “…este Amor que Ama hasta el extremo del Amor” (Jn 13,1)
Msc. Deborath Camacho, Equipo PACES.
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