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miércoles, 21 de abril de 2021




Durante este período de cuarentena, debida a la Pandemia, les invitamos a estar ¡Atentos! a las señales de depresión en algún miembro de la familia, sobre todo en los niños.
Los niños que parecen estar atrapados en un estado de ánimo negativo podrían necesitar ayuda para recuperarse.
A medida que la crisis del COVID continúa, podemos vernos envueltos en la depresión, tanto nosotros como nuestros hijos.
Sentirse deprimido en este momento de inactividad forzada, cambios de rutinas y constante incertidumbre es inevitable, y la mayoría de nosotros estamos luchando por mantener una actitud positiva, y esperanza en la fe. Pero la depresión es más que sentirse triste o tener días malos. Un niño que parece estar atrapado en un estado de ánimo negativo, sintiéndose desesperado y sin poder disfrutar nada, puede tener depresión y puede necesitar ayuda para recuperarse.
La depresión es un trastorno que con mayor frecuencia comienza en la adolescencia, pero puede ocurrir en niños tan pequeños como en edad preescolar. Los niños que tienen antecedentes de depresión corren un riesgo particular durante estos tiempos estresantes, pero eventos perturbadores significativos(covid, pérdidas) también pueden desencadenar depresión en niños que no han mostrado ningún síntoma previamente.
Esté atento a las señales de depresión, pueden ser fácil de pasar por alto, especialmente en adolescentes, ya que los ellos a menudo están de mal humor. Pero con la tristeza y la irritabilidad comprensiblemente ampliadas durante esta crisis, las señales pueden ser omitidas, incluso en los niños. Compartimos ahora 
los síntomas de la depresión:
  • Tristeza o irritabilidad inusuales y persistentes, incluso cuando las circunstancias cambian.
  • Pérdida de interés en actividades que alguna vez disfrutaron; sentimientos de anticipación reducidos.
  • Cambios en el peso.
  • Cambios en los patrones de sueño.
  • Pereza.
  • Autoevaluación negativa (“Soy feo. No soy bueno. Nunca haré amigos”).
  • Sentimientos de inutilidad, desesperanza.
  • Pensamientos o intentos de suicidio. 
Si varios de estos síntomas están presentes durante al menos dos semanas. “Si los ve, tome nota”. “Si perduran, toma medidas”.
Con todos experimentando dificultades, puede ser difícil saber distinguir entre un niño que se siente triste, irritable o abrumado, busque ayuda con su pediatra a tiempo.
El equipo PACES puede a usted  como padre, también orientarle y referirle dónde buscar ayuda para su hijo.

Escribió para ustedes Ps. María Montenegro. 

Para acompañarle emocional o espiritualmente puede escribirnos a pastoral.paces@gmail.com

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