Por: Yoli Medina, psicólogo PACES.
Como mujer latinoamericana en un país caribeño como el nuestro, percibo que hay una gran deuda con nuestras mujeres, por eso digo: poco que celebrar y mucho que reivindicar. Si bien es cierto que se han tenido algunos logros con respecto a los derechos de la mujer, siguen siendo muy tímidos, lamentablemente seguimos reclamando igualdad de derechos, salarios dignos, participación política, justicia para nuestras iguales víctimas de violencia. Hoy es un buen día para volver nuestra mirada a la mujer indígena, campesina, obrera, profesional, huyendo del hambre, malas condiciones de vida en sus lugares de origen, condenadas a repetir una y otra vez el círculo de la pobreza y la violencia ellas y su descendencia.
Mujeres, ¡que nadie silencie nuestras voces!, es una tarea urgente empoderarnos, mujeres y niñas, desde el autoconocimiento de nuestra propia valía.
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