Con la llegada de la adolescencia, los hijos dejan atrás el niño para entrar a su proceso de maduración, con múltiples y profundos cambios biológicos, psicológicos, asumiendo además la influencia del entorno social. Los padres pueden observar la emisión de nuevos comportamientos, donde prevalece la importancia a su grupo de amigos con los que comparten el mayor tiempo posible, salen más de casa , hablan menos con los padres, manifiestan sus desacuerdos, se rebelan contra las normas y buscan separarse del contexto familiar, a veces practicando el sentido de pertenencia a algún grupo.
¿Qué desean los adolescentes?
Tener mayor autonomía, por eso piden que se cambien normas y pautas en la actuación familiar, incluso algunas que ellos compartían y disfrutaban de niños, todo según su conveniencia. Solicitan desarrollarse individualmente, aprender a pensar y funcionar por sí mismos, pero sobre la base de sus propios valores y creencias. Quieren que les respeten sus decisiones, apetencias y necesidades.
¿Qué pueden hacer los padres?
• Comenzar por pequeños cambios, sin ansiedad, aceptando que los hijos están creciendo y necesitan transitar el camino hacia la adultez.
• Mantener la comunicación, sin descalificaciones, respetando sus espacios de intimidad, con confianza, y compartiendo más en familia.
• Ser tolerantes con su nueva forma de ver la vida, las creencias, los valores, las amistades y la nueva forma de pensar y actuar, pero atentos, manteniendo equilibrio entre autoridad y afecto y saber decir no en el momento oportuno.
• Acudir a una terapia familiar, si es necesario.
Msc. Déborath Camacho.
¿Deseas saber un poco más acerca de este tema?. Déjanos tu comentario solicitando información. Podemos ayudar.
#somosacompañamientoyescucha Diócesis de El Tigre
#PACES
0 comentarios:
Publicar un comentario